Tal como había anticipado Bichos de Campo haría falta una resolución de la Secretaría de Agricultura para que el nuevo dólar Agro de 340 pesos le cupiera también a las exportaciones de maíz. Esta madrugada llegó esa resolución y vino con una pequeña trampita: para que las exportaciones de ese grano se concentren en las próximas semanas (hasta el 31 de agosto) y dejen mayor cantidad de divisas en el Banco Central, además se amplió el saldo exportable autorizado para esta campaña, desde las 20 millones de toneladas hasta ahora a 26 millones.
Una segunda novedad contenida en la Resolución 295/2023, publicada este martes en el Boletín Oficial, es que además del maíz se incorporó al Dólar Agro anunciado el fin de semana la cebada cervecera. Hasta ahora solo estaban contenidos dentro de este dólar especial para acelerar las liquidaciones del agro el sorgo, la cebada en grano y el girasol y sus derivados. Ahora se suman entonces el maíz y la cebada de mayor calidad que se utiliza para elaborar la malta que es la base de la cerveza. Quedan afuera por ahora la soja (que ya tuvo tres dólares especiales), el trigo y otros cereales menores.
El maíz pisingallo, que la Argentina exporta a todo el mundo para la elaboración de los pochoclos, y el maíz de la variedad especial Flint, también recibirán un dólar superior al oficial.
“Es necesario continuar la implementación de políticas que tiendan al fortalecimiento de las reservas del BCRA, estimulando la generación de ingresos genuinos del Estado Nacional, producto de la exportación de mercaderías con baja incidencia en las cadenas de valor de abastecimiento nacional”, dice la resolución firmada por Juan José Bahillo, el secretario de Agricultura, que arranca así con una mentira flagrante, pues el maíz es un grano con alta incidencia en la “mesa de los argentinos”, ya que es un grano muy demandado por las cadenas productoras de carnes, leche, huevos, etc.
Luego es el artículo 1 el que incorpora al maíz -que aquí se consume en un volumen de toneladas anuales, en el listado de granos beneficiados con el dólar con anabólicos, que llegará a 340 pesos de aquí al 31 de agosto, cuando hasta ahora le correspondía el tipo de cambio oficial cercano a 270 pesos. Se estima que la diferencia, de más de 20%, sea un mayor costo para muchas empresas y presione sobre los precios al consumidor. De hecho el maíz este lunes ya subió fuerte, de unos 47 mil pesos por toneladas a casi 60 mil.
El anexo con las nuevas mercadería incluídas es este:
Pero más allá de la incorporación del maíz, la verdadera novedad de la resolución es que la misma resolución modifica una norma previa de abril pasado, que fue la que dio origen a este dólar Agro más generalizado a productos de las economías regionales y otros granos que no eran la soja. Ese artículo modificado era el que establecía los “volúmenes de equilibrio”, un engendro creado en la gestión del ex ministro Julián Domínguez que en realidad es una entelequia para decir “saldos exportables”. En rigor, esa cifra marca el volúmen máximo de exportación que autorizará Agricultura, mediante los famosos DJEV (declaraciones juradas de exportación), para los diferentes granos.
Ahora ahora regían solo para maíz y trigo, pero a partir de abril estos techos a la exportación se incorporaron a otros granos “beneficiados” por el dólar Agro, como el sorgo y la cebada.
La trampa de esta nueva resolución es que a la hora de incorporar el maíz, la Secretaría de Agricultura estableció el volúmen de equilibrio para la campaña 2022/23, que fue violentamente recortada por la sequía, en 26 millones de toneladas, cuando hasta ahora era de solo 20 millones de toneladas. Quiere decir que el gobierno habilitó un volumen adicional de exportación de 6 millones de toneladas, con el declarado objetivo de que se exporte hasta el 31 de agosto e inyecte divisas urgentes al Banco Central.
Hasta ahora, en los balances de oferta y demanda de maíz, los exportadores ya habían comprado cerca de 15 millones de toneladas al precio antes vigente, y entonces solo quedaban unos 5 millones de toneladas para operar y exportar con los nuevos valores, en el marco del Dólar Agro. Con este agregado de 6 millones, el volumen total crece mágicamente a 11 millones de toneladas. A un valor FOB cercano a 240 dólares, la cifra total que tienta a Economía se acerca a los 2.700 millones de dólares.
Cuando dio a conocer la incorporación del maíz a los productos incluidos en el Dólar Soja, Economía dio cuenta de que su pretensión era que se liquiden divisas adicionales por 2.000 millones de dólares.
Como medida adicional, el artículo 3 de la resolución reglamentaria dispone que “para garantizar el abastecimiento interno de aceite de girasol, los exportadores inscriptos en el programa deberán seguir manteniendo los acuerdos de precios y volúmenes establecidos por la Secretaría de Comercio”. En ese caso sí hay preocupación por el impacto del mayor dólar en los precios. Pero en el caso de las cadenas que utilizan el maíz como insumo clave, Sergio Massa y su equipo se hacen los distraídos.
Fuente: Bichos de campo.